martes, diciembre 29, 2015

Soñé que volaba.

Qué bueno es poder siquiera recordarlo.
Soñé que levitaba en mi cuarto que no era el mío, paralela al suelo me elevaba como una pluma, abría la ventana con sorpresa y temor, y me dejaba llevar hacia arriba. Arriba estaban los pinos de la casa de Bella Vista, en el jardín de adelante. Estaba fresco, eran como las 6 de la mañana. Y de repente ahí estabas. Tan hermosa, tan radiante, preciosa y joven, con esa sonrisa tan brillante que te caracterizaba. Las dos flotábamos en el aire, entre los pinos, suspendidas en el aire sobre la casa que compartimos durante 25 años. Estabas tan feliz de verme, tu pelo largo, tu alma liviana, toda vos en tu esencia y yo ya una mujer pero también tu pequeña. Y nos fundimos en un abrazo como dos viejas amigas. Ufff, un montón...

Está bueno encontrarse de vez en cuando Má. Gracias por la visita, tengo aún tu presencia en mi piel y en mi corazón. Será que viniste a decirme que todo va a estar bien...?

No sé de qué se trata esto de los sueños, no sé si es imaginación o consuelo. Sólo agradezco que estos misterios ocurran de vez en cuando, son mis regalitos que atesoro en mis recuerdos.

Acaso no estamos hechos de recuerdos?

Tengo tantas preguntas en este momento que puedo crear un Quiz para un programa de entretenimiento. Creo que no habría ganadores, no en condición de humanos. Quizás es parte de la humanidad vivir con enigmas sin resolver, andar vacilantes por la vida, e intentar no atarnos a convicciones y normas para alivianar la angustia de saber que nada sabemos. Lo decía Sócrates.

Tengo todos los número para ganarme la lotería de La crisis de los 40, parece.
No quisiera tener 20 años menos, ni volverme una adolescente desquiciada. Tan sólo me permito hacerme preguntas que antes no creía necesarias.  Preguntas incómodas, molestas e inevitables. La duda aparece con sorpresa ante todo y la certeza se ha tomado vacaciones por un largo tiempo.
Es un momento de inflexión, una encrucijada entre el pasado y un futuro que no llegó, pero que no queremos que llegue tan pronto. Porque aún no sabemos lo que queremos...

Día a día, no queda otra. Arremangarse y aceptarnos en este cuestionario irreversible que nos quiere llevar a buen puerto. O por lo menos darnos la oportunidad de seguir eligiendo a qué puerto queremos llegar, si queremos levar anclas, si no, si queremos izar velas y partir a la aventura o preferimos quedarnos donde estamos.

Lo que sé señor Sócrates, permítame el atrevimiento, es que aunque me quede en el mismo lugar, yo ya no soy la misma, vamos. O me estaría sacando capas como la cebolla. Algo así siento.
Por qué es tan difícil acercarse a la esencia? Por qué nos resistimos si es el lugar más amable para con nosotros? Acaso es un propósito maquiavélico de vaya a saber quién, el plan de alejarnos de nuestro núcleo apenas nacemos? Distraernos para hacer de nosotros sus ciegos esclavos? Podré jamás tal vez descubrir el objetivo del juego pero prefiero jugar con los ojos abiertos. Por ahora es la dirección que más me conmueve...


Je t'invite quand même. On a rien à perdre.



C.









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Y la Tierra empezó a sacudirse. Y el temblor fue tan grande que  sacó del sueño a más de uno. Y no fue amable, más bien certera ...